El objetivo de la certificación de personas es asegurarse la competencia técnica de los profesionales en determinadas materias.
El COGITI ha certificado a los primeros 24 expertos, concretamente verificadores de líneas de alta tensión, que previamente han tenido que realizar un examen, elaborado por la institución colegial, lo que garantiza la fiabilidad y transparencia del proceso de evaluación.
La certificación de personas, por lo tanto, es una herramienta que facilita el desarrollo de mercados seguros, procurando servicios fiables y de calidad, a la vez que contribuye a garantizar y reforzar la protección y seguridad de los consumidores.
La figura de "entidad certificadora de personas" está definida tanto en la Ley de Industria, como en el Real Decreto de Seguridad y Calidad Industrial, donde se indica que "las entidades de certificación son las personas naturales o jurídicas cuya finalidad es la de establecer la conformidad, solicitada con carácter voluntario, de una determinada empresa, producto, proceso, servicio o persona a los requisitos definidos en normas o especificaciones técnicas".