Actualmente, cursan chino en España unas 40.000 personas, de los cuales, 15.000 son adultos (incluyendo estudiantes universitarios) y los restantes, 25.000, son estudiantes no universitarios (menores de 18 años). Las zonas en las que más alumnos se concentran son Madrid, Cataluña, País Vasco y Valencia.
El estudio de este idioma crece año a año, de hecho, en 2013, se presentaron a los exámenes oficiales del Instituo Confucio (Hanban) 7.100 personas y este año se prevee que alcancen unos 12.000. A nivel mundial, cinco millones de personas participaron en el pasado curso escolar en los diferentes exámenes.
Ya se puede estudiar esta lengua en más de una treintena de universidades españolas que incluyen el chino en su oferta de cursos de idiomas, así como en decenas de academias privadas, escuelas oficiales de idiomas o el Instituto Confucio en diferentes capitales de provincia. También se puede estudiar la cultura y la tradición en los grados universitarios de Estudios de Asia Oriental. Un idioma en auge que también estudian las princesas de España.
Estudiar en España
Existe la falsa creencia de que los españoles somos unos "negados" para los idiomas. Los expertos coinciden en que "no hay malas formas de aprender, sino formas mejorables de enseñar". Aún así, este idioma requiere mucha dedicación. El alumno necesita muchas horas de estudio, participar en actividades culturales, leer en el idioma o tener contacto con profesores nativos, entre otras cosas.
Juan Pedraz, gerente de ESL en España, especializada en ofrecer cursos de idiomas en el extranjero, indica que "quizás estudiarlo (este idioma) en España pueda estar de moda, pero lo que nosotros podemos corroborar es que no hay una tendencia de españoles que se vayan a China para aprender o mejorar su nivel".
Muchos descartan la opción de estudiar en el propio país porque no están preparados para el choque cultural. Las costumbres son muy diferentes y es necesario tener la mente abierta además de un periodo de adaptación.
Sin embargo, Ainhoa Segura, coautora de ¡Aprende chino ya!, indica que "es una necesidad. El mundo chino se ha abierto a nivel cultural y económico, y los occidentales estamos preparándonos para el futuro próximo. Asistimos a un cambio de liderazgo político y económico en el mundo y las personas previsoras quieren estar preparadas para ello".
Adaptación al mercado laboral
Nuria Celorio, directora de ESEUNE Business School, en Beijing, opina en esta línea: "Estudiar chino es una respuesta lógica a una demanda del mercado laboral, que necesita personas que puedan trabajar de forma eficiente con empresas chinas".
"Aprender chino, a día de hoy, es como empezar una maratón una hora antes que el resto de corredores", asegura Pérez, el creador del método 8Belts, que enseña chino en ocho meses.
Una vez que ya se tiene una base de este idioma, está la opción de viajar al país para tener una inmersión total. Hay instituciones como las propias universidades chinas, que becan a estudiantes internacionales. El Institute of Technology, por ejemplo, ofrece el BIT Scholarship Program for International Students, un programa de becas de máster (dos años) y doctorado (cuatro años) para estudiantes internacionales.
La Fundación ICO concede 25 becas para la formación de españoles en universidades chinas de reconocido prestigio (Universidad de Pekín, University of International Business and Economics y Normal Beijing University) durante un período de nueve meses. Ya han pasado por estas becas 279 becarios, de los cuales más del 88 por ciento está trabajando (la mayoría en empleos relacionados con China o Asia), mientras que el resto están estudiando.
El ICEX ofrece becas de internacionalización en este país. Y la mayoría de universidades españolas tienen convenios de movilidad internacional.
Exámenes oficiales
Existen exámenes oficiales, como el HSK, muy centrados en escritura y gramática. Sin embargo, hay personas que pueden pasar estos exámenes y son incapaces de seguir una conversación fluida en el idioma. El HSK incluye un total de seis niveles.
Este certificado es indispensable para las personas que no tienen el chino-mandarín como lengua materna y que desean vivir, estudiar o trabajar en China.
Otros exámenes son el HSKK (examen de nivel de chino hablado), el YCT (prueba juvenil de nivel de chino), el BCT (examen de nivel de chino de negocios) y el HSKE (examen de nivel de chino para el Instituto/aula Confucio), entre otros.